domingo, 23 de febrero de 2014

Anne Fortier - Juliet


Dicen que morí. Se me paró el corazón y no respiraba; a los ojos del mundo estaba muerta de verdad.


Llamándome Julieta, debería haberlo visto venir, pero quise creer que no tendría lugar la misma lamentable tragedia de siempre, que esta vez estaríamos juntos para siempre, Romeo y yo, y que nuestro amor jamás volvería a verse interrumpido por sombríos siglos de confinamiento y muerte.


Pero no se puede engañar al Bardo. Así que morí como me correspondía, cuando se acabó mi texto, y volvía a caer en el pozo de la creación.


Ay, pluma dichosa. Ésta es tu página. Toma tinta y déjame empezar.



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